viernes, 21 de septiembre de 2012

Ana Mato, esta es LOMCE, LOMCE.


  Ana Mato, Ministra de Sanidad por ahora, la sanidad digo, no puede ser considerada como ceporra. Ella, es la personificación de la fluidez verbal. Que prosa, que fluencia, que ....

 Sí, y esta es la misma que en 2008 se despachó diciendo en Punto Radio que «los niños andaluces son prácticamente analfabetos». Claro, no hablan como ella, por fortuna. Vean, vean.


Y luego sigue: "la parte contratante de la primera parte será la parte contratante de ..."  pero esa parte ya la conocen.
 

¡QUE BONITO ES ESTAR CASADO!


  Lo que me gustaba a mí en jueves cuanto estaba en la universidad. Era la época de Roldan, Juan Guerra, Mariano Rubio, Filesa, etc, etc.

  Pues ahora igual, Wert, la esposa de Wert, Ana Mato, Rajoy, los rescates, la LOMCE, ...

Hay cosas que no cambian. El Jueves.


MISTERIO DE EDUCACIÓN.


Aquí os dejo el twitter de Misterio de Educación. Yo diría que realmente es Wert el que lo escribe.

https://twitter.com/misteriodeeduca



Monos con pistolas pondrán orden en la educación española.

  Hoy, el Fénix de los ministros, más conocido como Wert, ha presentado la LOMCE. Es esta una ley que viene a salvarme de mi condición de ceporro.

  Así, como ceporro pensaba yo que un niño o una niña de 3º de Educación Primaria sería bién conocida por los maestros y maestras que han estado con él o ella durante un año, como para saber si su progreso es correcto, o debe reforzarse, o es tan insuficiente que es más comveniente para el alumno o la alumna el repetir de curso. ¡Ceporro me mi.! Gracias que tenemos a Wert. ¡Un exámen!, claro, un exámen final es el que debe decir si el alumno pasa o no. Y lo mejor es hacerlo a final de curso, en junio, cuando el alumnado está en su mejor momento, a 35º a la sombra. Y lo mismo en sexto. Wert, es que eres un dios.

  Pero mejor aún, En 4º de la ESO otra reválida para decidir si se le da el certificado o no a los estudiantes. Y con esto quiere el ministro reducir el fracaso escolar. Que se lo digan a decenas de chicos y chicas que a duras penas aprueban tema a tema.

  Y además va a quitar la selectividad porque en sus palabras "No funciona porque la supera el 94%". Y entonces que porcentaje pretendes que apruebe la reválida de bachillerato el 1%.

  Y además, ...  LOMCE    coño, que yo soy un ceporro a la quinta, pero lo de este tío es exponencial.

  Por favor ¡que alguien pare a este tío!.  Que es más peligroso que un mono con una pistola.

  Lo que ya no se es si este fenix de los ministros piensa esto solito o con asesores. ¡Nooo, un comando de monos con pistolas!. ¿Donde está el blog del rey cuando se le necesita?








EL FÉNIX DE LOS MINISTROS.

  Como dije antes, no diré yo que el ministro Wert es un ceporro. Más al contrario, creo yo que es una mente provilegiada, un ser sobrenatural, ... un ser de otro mundo. Basta ver su semblante. ¿Es que no lo ven como yo?. Esa faz de serenidad, que exuda sabiduría. Esa expresión majestuosa en la que se proyecta su profundo conocimiento de la educación. Aquí les dejo dos muestras de lo que digo.







España, paraiso de ceporros.

  En su acepción coloquial, el diccionario de la Real Academia Española de la Lengua define "ceporro" como "persona torpe e ignorante".

  Pues no, yo no soy un ceporro, soy un ceporrón, que es algo así como la sublimación del ceporro, es decir, el ceporro elevado a la quinta potencia. Les doy una prueba palpable: yo soy de esos que pensaban que el PP lo haría mejor que el PSOE y haría mejorar el país. ¿soy o no un ceporrón?.

  Pero no, gracias al cielo ¡no les voté!, ¡no les voté!. El porqué, la gomina. Sí, la gomina. Aquella tarde de noviembre, a pesar de mi convicción en que lo harían mejor que Zapipotter, me encaminaba al Centro 88, que así se llama mi colegio electoral, cuando se cruzaron ante mi el alcalde de mi localidad, con su calva engominada y un adlátere aún más engominado, este sí con pelo y con una chaqueta de estas con escudito que le ponen a los niños. "¡Que no, ostia!, que yo no voto a estos" pensé. Y eché mi voto a Izquierda Unida. Lo dicho, la gomina.

  Semejante hecho no me libra de ser ceporro, pero al menos, me permite dormir por las noches.

  La cosa pudo aún ser peor en las elecciones autonómicas. Apenas 5 meses después, mi condición de ceporrón, me hizo encaminarme de nuevo al colegio electoral, con la idea de que el PP lo haría mejor en el gobierno andaluz, pero esta vez mi intención era la de votar a UPyD. Al llegar al colegio electoral y tras unos breves segundos de búsqueda en la cabina electoral, no acerté a encontrar las papeletas de Rosa Díez pero se cruzaron ante mi las de eQuo, y ni corto ni perezoso, la cogí para no perder más el tiempo. Al sobre y a la urna. Bueno, pues ¿se pueden creer que un més después recibí una citación judicial por denuncias del PP de la localidad?. ¿Y saben por qué me denunciaron?, pues por "haber cambiado de sitio las papeletas del PP". ¡Cágate lorito!. Gracias doy al cielo de no haberlos votado. Afortunadamente la jueza, muy maja menos mal, detectó la falsedad de semejante denuncia. Tengo yo la impresión de que se la tomó a coña. Harta estará la mujer de gilipolleces semejantes que verá cada día.

  Hay que ser capullos, pero ¿es que en la cabina electoral, los cajetines de las papeletas están identificados?. Si os inventáis una denuncia falsa por lo menos que tenga cierta lógica. 


 Esto se lo cuento para refrendar mi segunda afirmación que no es otra que España es el paraiso de los ceporros, y de las ceporras, que también las hay oiga.

  Sin ir mas lejos, la instigadora de la denuncia fué una concejal y el que redactó y presentó la denuncia otro concejal. Así, sin lugar a dudas podemos afirmar que "la condición de ceporro no es una razón de sexo". La de mala gente tampoco.
  
  El sentido común, ese tan poco común, nos dice que ser un ceporro debería estar reñido con el desempeño de altos cargos tales como concejales, alcaldes, consejeros, ministros, presidentes, ... pero no se preocupen, ceporros y ceporras de España, en nuestro país cualquier ceporro puede llegar, no solo a concejal, como hemos visto, sino por ejemplo, a ministro de educación. No, no, no, no es que yo llame ceporro al ministro Wert. Ya hay otros muchos que le llaman eso. Es solo que cualquier ceporro y ceporra de este país puede aspirar a un alto cargo. En España, ser ceporro no impide tales logros. Podemos afirmar por tanto que España es al ceporro lo que Estados Unidos al pobre. Ríanse ustedes del sueño americano.